Durante las vacaciones de invierno, del 2015, en concreto los días 28-30 de diciembre, tuvo lugar el laboratorio Pop Arkitektura de la mano del programa de actividades Gaztedi, promovido por la obra social de Kutxa y dirigido a familias y niñ@s. Hemos tenido la oportunidad de preparar un pequeño "winter camp" en el flamante espacio que dispone la renovada Tabakalera donostiarra, un lugar dotado de todos los medios necesarios para realizar experimentos y prácticas, en sus aulas de gimnasia, cocina, arte... en concreto tres fabulosas mañanas de las vacaciones escolares dedicadas al juego de la arquitectura, de la ación estética y por que no, del juego puro!
Comenzamos el primer día de talleres con una aproximación a la arquitectura de l@s nómadas y su vinculación real, a las especies naturales y la vida misma. La tipología de la tienda india, ese tippi que permanece anclado en el imaginario colectivo, como un espacio de libertad, sigue atrayendo a los más pequeños, al igual que lo hacen sus fascinantes costumbres, sus leyendas mitológicas, sus ropajes, cazas-pescas, tomahawks y powpows!!
Durante los procesos de taller en mesa, elaboramos un pequeño poblado utilizando los sistemas de construcción de estas estructuras ligeras. Transformamos nuestro atuendo en algo más propio de una tribu y pertrechados de telas palos y cañas de pescar, como quién migra, salimos al espacio de plaza donde pudimos interactuar con los visitantes del centro de arte. Levantamos nuestro poblado para domar el espacio y asegurarnos refugio y tras ello nos dedicamos a la pesca del salmón al que hubo que construir su río...
El 29 la geometría del triángulo dominó el segundo día de talleres, las referencias pop nos arrastraron irremediablemente a la arquitectura del maestro B. Fuller y porqué no a la Grecia antigua y sus poliedros regulares, dando recorrido a una arquitectura que sigue dando visos de futuro.
A partir de la creación de sencillos e indeformables triángulos de pajitas anudadas con hilo, nos lanzamos a la lógica de contrucción de icosaedros truncados hasta contar con quince caras. Estas harán las veces de anticipo de la técnica constructiva que utilizaríamos después y también por qué no de gorro futurista o de durero o algo que quisieron que fuese...
A partir de la creación de sencillos e indeformables triángulos de pajitas anudadas con hilo, nos lanzamos a la lógica de contrucción de icosaedros truncados hasta contar con quince caras. Estas harán las veces de anticipo de la técnica constructiva que utilizaríamos después y también por qué no de gorro futurista o de durero o algo que quisieron que fuese...
Salimos a la plaza muy motivados, a la par que una artista, tal vez inspirada por Ariadna, tejía una bella telaraña de lana roja alrededor de las escaleras que acceden al espacio. Nosotros también contábamos con bobinas y tubos para cambiar de escala nuestras maquetas de pajitas y consolidar la geoda, y durante un buen rato jugamos, reimos y leimos al interior de la boveda, donde restó el espacio necesario para invitar a las familias al final del taller.
Sólo restaba un día del ciclo, previo al final de año y aquí tocó, como no, el taller de arquitectura comestible con la irreverente e iconoclasta sustitución de las tradicionales galletas de jengibre por unas galletas coco y nata para construir, más acordes al invierno tropical que sacudió euskadi en este 2015. Pertrechados con nuestras ya habituales jeringuillas rellenas de "icing", encolamos todos los paquetes de galletas de que disponíamos para la posterior congregación de un poblado digno de los cuentos de los hermanos Grimm y sus brujitas del bosque.
Para colofón y desarrollo del juego libre, construimos en base a los conectores y pajitas, que sólo contienen una ley de perpendicularidad, que los arquitxikis supieron derivar en bellas formas, a veces curvas, que al unirse con caminos de cintas, dibujaron una estructura tan estética que dió mucha pena desmontar, a la postre.
Sólo restaba un día del ciclo, previo al final de año y aquí tocó, como no, el taller de arquitectura comestible con la irreverente e iconoclasta sustitución de las tradicionales galletas de jengibre por unas galletas coco y nata para construir, más acordes al invierno tropical que sacudió euskadi en este 2015. Pertrechados con nuestras ya habituales jeringuillas rellenas de "icing", encolamos todos los paquetes de galletas de que disponíamos para la posterior congregación de un poblado digno de los cuentos de los hermanos Grimm y sus brujitas del bosque.
Para colofón y desarrollo del juego libre, construimos en base a los conectores y pajitas, que sólo contienen una ley de perpendicularidad, que los arquitxikis supieron derivar en bellas formas, a veces curvas, que al unirse con caminos de cintas, dibujaron una estructura tan estética que dió mucha pena desmontar, a la postre.
Así pués, acabando bien el año con los más pequeños en la Tabakalera nueva, agradecemos a Kutxa Kultur su simpatía y generosidad en la cesión de los espacios y la confianza depositada en nosotros. Queremos agradecer también a nuestra colaboradora Miriam Campos, que jamás pierde su sonrisa. Y queremos por fin despedir el año y desearos a tod*s lo mejor en este 2016 entrado!!
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